En Alemania hay una buldog fracés de ocho años llamada Baby, a la que le encanta cuidar de cualquier cachorro, aunque sean animales de otra raza.
El dueño de Baby, Norbert Damm, es un trabajador del santuario de animales de Berlín, el cual se lleva los cachorros en apuros y Baby le ayuda a cuidarlos.
Explicaba que tan pronto llegaron los lechones, Baby se puso encima de ellos y comenzaron a acurrucarse alrededor de él manteniéndolos calientes, a pesar de que son casi de su tamaño.
La bulldog, ha permanecido al lado de ellos asegurándose de que están bien. “Ella piensa que son sus propios hijos”.
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