jueves, 1 de marzo de 2012

Proteger a tu cachorro.

Un cachorro se meterá en tantos problemas como tú le permitas. Cualquier cachorro tiene una curiosidad innata por saber qué ocurre a su alrededor y una vez que deciden qué es lo que quieren explorar se dedicarán a ello con extrema determinación. Por este motivo, tu cachorro necesitará un lugar seguro que pueda explorar sin complicaciones y en el que pueda jugar cuando no estás presente.
Esta área debe estar cerca de ti, para que el cachorro esté al tanto de las actividades de tu hogar. Preferiblemente elige un suelo de cerámica o fácil de limpiar para el periodo en el que todavía no controla sus necesidades.
Al igual que un bebé cogerá objetos con su boca y deberás asegurarte de que no se ahogue, ya que si se traga algún objeto pequeño podría ocurrir. Asegúrate de que ningún objeto que pueda ser masticado y tragado esté a su alcance. Ten especial cuidado con cables eléctricos, cortinas, objetos punzantes y plantas como los cactus, que pueden resultar muy tentadoras para tu cachorro. ¡Depende de ti en todo!
Si está afuera, necesitará una valla de seguridad, sombra y agua. Nunca le dejes solo por largos periodos de tiempo, puede pasar mucho calor o frio o puede encontrar alguna manera de escaparse de tu jardín. Si le dejas solo sin supervisión, también puede adoptar hábitos indeseables, como ladrar mucho o hacer agujeros, se convertirá en un animal solitario lo que acarrea más problemas a la hora de ser adiestrado.
Tu cachorro quiere y debe ser un miembro más de tu familia, así que cuanto más tiempo pases con él más rápido conseguirás educarle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario