Observamos que tenemos que cortarle las uñas a nuestro perro, bien porque se las vemos largas o bien porque chocan contra el suelo. Es importante que estemos pendientes de ellas, porque si están largas pueden producirle dolor al perro.
Hay perros muy activos a los que no les hace falta que se las cortemos, porque ellos mismos se las liman contra el suelo. No obstante, es recomendable revisarlas cada cierto tiempo, porque pueden estar rotas o astilladas. Sin embargo, hay otros muchos perros a los que sí tenemos que cortárselas. Hoy en día hay cortaúñas de perros que se venden en tiendas especializadas. Aún así, nos resulta una tarea un tanto complicada.
Hay perros que no se quedan quietos cuando intentamos cortarle las uñas. Un consejo es tratarlos con mucho mimo cada vez que vayamos a proceder a la maniobra, como si fueran cachorros. Para realizar la práctica, el perro deberá estar sentado o, preferiblemente, echado. En esta posición, cogeremos su patita con delicadeza y comenzaremos.
Si el perro no se deja, o le resulta muy incómodo hacerlo solo porque aún dejándose no colabora al 100 %, pídale ayuda a otra persona. Ésta intentará, con delicadeza, mantener sentado al perro y cogerle una patita. Así, usted lo único que tendrá que hacer será ocuparse del corte. Su ayudante, puede acariciar al perro por detrás de las orejas, así conseguirá tranquilizarlo un poco.
Usted sólo debe cortar el borde de la uña, nunca todo lo que sobra, pues en la raíz de la uña existen terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos, que si se tocan, estaremos ante un grave problema. Un truco para saber hasta dónde podemos cortar, es hacerlo poco a poco, y cuando veamos un pequeño círculo en la parte frontal de la uña, entonces parar. Si por accidente cortamos demasiado, la uña comenzará a sangrar. Échele un poco de polvo antiséptico y presione la uña. El perro deberá estar inactivo durante unos minutos.
Si accidentalmente corta demasiado y la uña comienza a sangrar, haga presión en la punta o sumerja la uña en un poco de polvo antiséptico, luego asegúrese que el animal
permanezca inactivo durante algunos minutos.
Si ya ha acabado y todo ha transcurrido con normalidad, ¡felicite a su perro! La próxima vez le será más fácil.
Hay perros muy activos a los que no les hace falta que se las cortemos, porque ellos mismos se las liman contra el suelo. No obstante, es recomendable revisarlas cada cierto tiempo, porque pueden estar rotas o astilladas. Sin embargo, hay otros muchos perros a los que sí tenemos que cortárselas. Hoy en día hay cortaúñas de perros que se venden en tiendas especializadas. Aún así, nos resulta una tarea un tanto complicada.
Hay perros que no se quedan quietos cuando intentamos cortarle las uñas. Un consejo es tratarlos con mucho mimo cada vez que vayamos a proceder a la maniobra, como si fueran cachorros. Para realizar la práctica, el perro deberá estar sentado o, preferiblemente, echado. En esta posición, cogeremos su patita con delicadeza y comenzaremos.
Si el perro no se deja, o le resulta muy incómodo hacerlo solo porque aún dejándose no colabora al 100 %, pídale ayuda a otra persona. Ésta intentará, con delicadeza, mantener sentado al perro y cogerle una patita. Así, usted lo único que tendrá que hacer será ocuparse del corte. Su ayudante, puede acariciar al perro por detrás de las orejas, así conseguirá tranquilizarlo un poco.
Usted sólo debe cortar el borde de la uña, nunca todo lo que sobra, pues en la raíz de la uña existen terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos, que si se tocan, estaremos ante un grave problema. Un truco para saber hasta dónde podemos cortar, es hacerlo poco a poco, y cuando veamos un pequeño círculo en la parte frontal de la uña, entonces parar. Si por accidente cortamos demasiado, la uña comenzará a sangrar. Échele un poco de polvo antiséptico y presione la uña. El perro deberá estar inactivo durante unos minutos.
Si accidentalmente corta demasiado y la uña comienza a sangrar, haga presión en la punta o sumerja la uña en un poco de polvo antiséptico, luego asegúrese que el animal
permanezca inactivo durante algunos minutos.
Si ya ha acabado y todo ha transcurrido con normalidad, ¡felicite a su perro! La próxima vez le será más fácil.
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